Los blogs tienen una importancia fundamental en nuestra visibilidad y la construcción de nuestra marca en internet. En el caso de las empresas, esta visibilidad y esta reputación están correlacionadas con la captación de nuevos clientes. Su utilidad la aprendimos del auge que tuvieron a principios de los años 2000 los primeros blogs, que llegaron a superar a los medios de comunicación convencionales en tratamiento de temas que les interesaban.
La popularización de las redes sociales (que en realidad son herramientas de microblogging) ha hecho que haya gente que cuestione las ventajas del blog en la actualidad, pero en realidad ni Facebook, ni Twitter, ni Instagram, ni ninguna otra pueden sustituir, por lo menos de momento, a los blogs. Y la razón es muy sencilla: una cosa es ser un altavoz y generar conversación y otra producir contenido de calidad. Lo primero no lleva a lo segundo y en cambio lo segundo sí lleva a lo primero.
Los blogs y las redes sociales son aliados, no competencia. Por eso, cuando diseñemos una estrategia de visibilización online por medio de contenido periódico, debemos conjugar estos dos elementos.
Escribir en un blog es una forma de atraer tráfico periódico de calidad a nuestra web que no podemos atraer por medio de las páginas de productos o servicios. Cada entrada publicada en nuestro blog es una página más con contenido que Google puede indexar, y por lo tanto una oportunidad de aparecer en su ránking de resultados y de atraer visitas. Si nuestra web no genera contenidos, sólo podrá atraer más tráfico por medio de publicidad.
Cuanto más frecuentemente y de calidad sean nuestros nuevos contenidos, más argumentos daremos a Google para demostrarle que nuestro sitio web está activo y que debe verificarlo con frecuencia para indexar páginas nuevas que podamos crear. Por lo tanto, la respuesta a la pregunta que planteamos en el título de este post es ‘sí’, y ahora desgranaremos algunas de las ventajas del blog.
Para maximizar las ventajas del blog en una web de empresa es muy importante que no se entienda como una herramienta de publicidad que usa técnicas de posicionamiento para hacerla pasar por información ante Google, como ocurría hace años. La multiplicación de páginas web y las subsiguientes mejoras en los algoritmos de Google para indexarlas mejor, además de la diversificación de canales de difusión como las redes sociales, se ha hecho necesaria una reorientación de la estrategia de producción de contenidos online de las empresas.
Para ofrecer nuestros productos ya tenemos las páginas destinadas a ello dentro de la web, por lo que nuestro blog debemos concebirlo como un medio de comunicación especializado sobre nuestros productos o servicios y nuestro sector, donde compartir intereses con otros usuarios, que pueden ser clientes potenciales, y fidelizarlos. Para ello debemos ofrecerles contenidos lo más periódicamente posible, con vocación de servicio al usuario, y a ser posible que puedan ser comentados para generar conversación entre ellos y resolverles dudas.
Una web que se sustenta sobre numerosas fuentes de tráfico a numerosas páginas, a ser posible fieles (usuarios que vuelven), que invierten tiempo en la web, interactúan en comentarios y comparten en redes sociales los contenidos, es una mina que no tiene nada que ver ante Google con una web en la que sólo unas pocas páginas tienen tráfico habitual, que es lo que ocurre en empresas que no tienen blog, que lo usan de forma inadecuada o de vez en cuando.
Una web que cuida su blog incidirá muy positivamente en su posicionamiento global, y por lo tanto en sus probabilidades de atraer clientes a sus productos y servicios y en su reputación en general.
En general, publicar posts en un blog de empresa nos sirve, entre otras cosas, para:
Esta aproximación a los potenciales clientes es una forma de márketing llamada ‘de atracción’ (inbound marketing), que consiste en prestar atención a lo que puede interesarle y generar contenidos que puedan serle útiles. Es la otra cara de la moneda de la publicidad invasiva (outbound marketing), que intenta perseguir al usuario para lograr que le interese el mensaje que propone, como hacen las cancioncillas pegadizas de los anuncios de televisión o los paneles publicitarios de las autopistas.
Como vemos, la utilidad del blog para una empresa está ligada a hacer que nuestros contenidos sean periódicos, de calidad y fomenten la interacción, y eso requiere tiempo mensual para pensar artículos, escribirlos, darles una buena presentación y, si procede, responder a comentarios. Si no lo tenemos, es preferible delegar esa función a profesionales del márketing de contenidos.
Aunque las empresas hayan aprovechado el potencial de los blogs para reforzar su presencia en internet, éstos no són sólo patrimonio suyo. Siguen siendo de gran utilidad para las personas que generan contenido por afición a una actividad o para abrirse camino en el mercado laboral.
Escribir en un blog sobre temas que nos interesan, que dominamos y que creemos que pueden interesar y enseñar algo nuevo a los usuarios nos permite forjarnos una identidad online determinada y fidelizar una comunidad de usuarios que nos puede generar un gran potencial en el mercado laboral o en el ámbito al que nos apasiona dedicar todo nuestro tiempo de ocio.
En en general, escribir un blog personal nos sirve, entre otras cosas, para:
No importa si escribimos sobre temas muy específicos, al contrario. Muy a menudo los temas muy específicos tienen una audiencia muy fiel, dado que existen dificultades para encontrar buena información sobre ellos, y cualquiera que surja es bien valorada.
Por ejemplo, puede parecer que escribir sobre cocina afgana o filipina no tiene mucho interés. Sin embargo,
¿imaginamos a quién llamará un periódico que necesita un experto para un reportaje especializado? Tal vez a alguien cuyo blog encuentre en los primeros puestos de Google cuando busque esas palabras clave. O ¿se nos ocurre el potencial que puede tener que una web sobre Afganistan o Filipinas pueda incluir un link a nuestro blog después de haberlo descubierto buscando en Google?
Lo importante es identificar un segmento de público y dedicarse a él, disfrutando al máximo de ofrecerle lo que está pidiendo, y eso puede generar frutos en nuestro crecimiento personal y/o laboral.
Un blog se diferencia de la estructura de una web en que las páginas (entradas) que se publican se ordenan cronológicamente de más reciente a más antigua, y se pueden clasificar también por otros criterios, como temáticas, de forma parecida a un diario digital. Una página generada dentro de la web sólo podremos localizarla fácilmente incluyéndola en el menú, y claro, el espacio en el menú no es ilimitado, sería caótico incluir en él cada nueva página de contenido que vayamos generando de forma periódica.
Existen multitud de plataformas para dar de alta un blog, aunque la más habitual y que más crecimiento experimenta actualmente es WordPress. Existen infinidad de plantillas gratuitas o de pago de blogs muy atractivos, aunque lo más recomendable si queremos un blog que nos ayude a atraer nuevos clientes a nuestros productos o servicios es integrarlo dentro del desarrollo de la web de la empresa o de nuestra marca como profesionales, algo que WordPress también permite. Eso es porque el volumen de tráfico que atraigamos a nuestro blog también repercutirá en visitas a otras páginas de la web, haciendo que Google detecte que la web en general es interesante y la posicione mejor. De esta manera lograremos visibilizar mejor nuestros productos y servicios.
WordPress tiene la ventaja de que nació precisamente como una plataforma para crear blogs, así que cuenta con una ventaja a la hora de optimizar los contenidos para la fácil indexación en Google respecto a otros gestores de contenidos, que no han tenido la generación periódica de contenidos como punto de partida. WordPress es el gestor de contenidos que más fácilmente logra posicionar páginas en Google (siempre y cuando la web en cuestión esté bien construida) y que mejores herramientas ofrece para trabajar el SEO.
WordPress es el gestor de contenidos más utilizado del mundo, especialmente para blogs, y permite integrar cualquier tipo de tienda online o web corporativa. Es el gestor más amigable para el posicionamiento de contenidos.
Ante todo debemos tener presente, como hemos explicado, que un blog no es una página de noticias corporativas de nuestra empresa donde hablar de nuestros eventos o lo maravillosos que son nuestros productos o servicios. Recordemos que debemos ser persuasivos y contar cosas que le interesen a la gente, no lo que nos interesa a nosotros que le interese. Podemos destinar un apartado tipo blog en nuestra web para noticias corporativas, pero la función del blog para inbound márketing es otra.
Un blog debe servir para explicar cosas interesantes de nuestros productos y nuestro sector en un registro informativo, no publicitario. Si tenemos una empresa de electrodomésticos, podemos escribir sobre las claves para elegir bien una lavadora, o sobre las ventajas de los lavavajillas de clase A+. Si tenemos una tienda de comida para mascotas, podemos explicar mil y una cosas sobre los tipos de piensos existentes, la alimentación para perros intolerantes a los cereales, o qué dieta debemos darle a nuestro gato después de esterilizarlo. Si tenemos una empresa de corte de tubo, podemos explicar las aplicaciones de los tubos mecánicos, o las novedades en la normativa europea para el corte de tubos estructurales.
Si tenemos dudas, lo mejor es dirigirnos a profesionales de márketing de contenidos, que nos enseñarán cómo orientar nuestra estrategia para no invertir tiempo en algo que quizá no genere los frutos esperados, a crear contenidos y a enfocarlos al posicionamiento mediante las herramientas adecuadas.
Además, también ponemos a disposición este post donde explicamos las claves para escribir en un blog.