Mejorar SEO

Mejorar tu SEO en 2020: 5 formas de seducir a Google (parte 1)

Si queremos que un número creciente de clientes potenciales encuentren nuestra web en una búsqueda en Google de servicios o productos como los que ofrecemos, mejorar nuestro SEO (Search Engine Optimization) o posicionamiento en Google debe ser una de nuestras prioridades. Y no es suficiente con aparecer en la primera página de búsqueda (tan sólo una pequeñísima proporción de usuarios pasan a la segunda página -menos de un 25%-), sino que debemos estar en el tercio superior de los resultados, preferiblemente en el número uno: el primer resultado de Google en una búsqueda se lleva el 33% de los clicks, o lo que es lo mismo, el resto de resultados pierden un tercio de clientes potenciales en cada búsqueda.

Aunque trabajemos el posicionamiento de nuestra web, si tenemos competidores que tienen mejores resultados en Google es porque están haciendo una inversión superior en mejorar su SEO. Puede ser que cuenten con una web mejor optimizada que la nuestra, puede ser que la calidad o la cantidad de sus contenidos sea superior a la nuestra, puede ser que les referencien más webs de autoridad. Pero nunca es porque sí. Si deseamos alcanzarlos, no hay caminos cortos o fáciles: debemos llevar a cabo una inversión suficiente y sostenida en el tiempo, sea de tiempo si contamos con los conocimientos para hacerlo o de dinero si queremos externalizarlo.

En este post explicaremos algunos de los factores clave para mejorar el SEO de nuestra web en 2019, centrados en las buenas prácticas de Google: buena experiencia de usuario y contenido relevante.

1. Mejorar la velocidad de carga de la página

Es sorprendente la cantidad de personas que no dan la importancia suficiente a la velocidad de carga de su página web, cuando se trata de un factor clave en el posicionamiento en Google, y también en la conversión (solicitudes de información, compras online, etc.). Ya hace tiempo que Google publicó que más de la mitad de visitantes de una web en móviles (que son los dispositivos desde los que se producen la mayor parte de visitas de una web) la abandonan si no carga en menos de tres segundos, y raramente se plantearán volverla a visitar.

Una carga lenta en una web suele deberse a tres factores principales (que además acostumbran a suceder simultáneamente):

  • Un hosting sin recursos suficientes para las necesidades de la web
  • Un exceso de plugins instalados
  • Una plantilla de WordPress mal optimizada o no apta para SEO.
Por ejemplo, es habitual que la una plantilla incluya más opciones de las que un negocio necesita para el desarrollo de su web (proceso de compra online, portfolio, FAQ, buscadores internos de información, formulario de presupuesto, etc.) para que la usen el máximo de empresas y sectores posible. Las opciones que finalmente no se usan porque un negocio concreto no las necesita (por ejemplo, un restaurante no necesitará un portfolio o un buscador interno de información), quedan ocultas pero recargan el código si el desarrollador no sabe construir un child-theme (plantilla ‘hijo’) que facilite el indexado a Google y a los navegadores, así como también ocurre con los plugins, que utilizan muchos recursos de hosting, haciéndolo ir más lento. Otros atributos que recargan una web son los elementos de movimiento como imágenes o textos que se deslizan, cambian de tamaño o aparecen y desaparecen: a pesar de que son muy atractivos y los vemos a menudo en muchas webs, no son amigables para el posicionamiento.

Para hacer la carga de nuestra web más liviana y por lo tanto mejorar nuestro SEO, lo primero que debemos hacer es cerciorarnos de que el hosting web que usamos tiene los recursos de memoria y de CPU suficientes para las necesidades de nuestra web. Los plugins multiidioma y de compra online, por ejemplo, requieren una memoria RAM de entre 2 y 4 GB, aunque si hacemos una consulta técnica a las empresas de hosting más habituales suelen decir que con 512 MB es suficiente, porque no consideran que 3 segundos de carga sea una carga lenta (al fin y al cabo, no son ellos los que están perdiendo posicionamiento sino nosotros).

Sin embargo, si contratamos un hosting más potente con una web mal optimizada (o imposible de optimizar) para SEO, es como comprarse un coche más rápido para engancharle un remolque lleno de piedras. Si vemos que nuestra web sigue yendo lenta incluso con un hosting mejor, es necesario hacerle una auditoría para analizar su código y sus plugins para identificar formas de hacerlos más livianos, e incluso puede ser necesario trasladar la web a una plantilla hecha a medida, de código limpio, con los mínimos plugins.

2. Crear contenido periódicamente y de calidad

Para alcanzar buenas posiciones en Google la web debe contar con contenido de alta calidad (extensos, bien escritos, con imágenes, etc.), reciente y relevante con los intereses de los usuarios. Por eso no basta con que hayamos hecho unos buenos contenidos al desarrollar la web, sino que hay que mantenerlos actualizados y generar contenidos nuevos (por ejemplo, en un blog) periódicamente.

Una de las métricas que Google más valora en su ránking es el tiempo de permanencia en la página y en la web, el número de páginas vistas por sesión y las visitas recurrentes y generar contenidos periódicamente y de calidad mejora esas métricas. Cuando un usuario entra en una web a través de Google y lee un contenido interesante, pasará un tiempo determinado en la página, y quizá visite más páginas dentro de la web, aumentando el tiempo de permanencia, y vuelva en otra ocasión, generando una visita recurrente.

Mejorar el SEO

3. Optimizar las imágenes para SEO

Uno de los errores que más perjudican el posicionamiento es no optimizar las imágenes correctamente. A menudo ocupan demasiado porque no se han redimensionado y comprimido sin afectar a su resolución. A veces encontramos imágenes de 3000 píxeles de anchura con una resolución de 300 píxeles por pulgada, cuando en una web 1920 o 1000 píxeles de ancho (dependiendo de si ocupan toda la página o son más pequeñas) y 72 píxeles por pulgada de resolución es suficiente. Además, también es necesario optimizar el tamaño del archivo (no sólo el de visualización), que es algo que se puede hacer con herramientas online, sin necesidad de instalar programas, como tinyjpg.com o jpegmini.com. Lo ideal es que un archivo de imagen web no exceda los 200 KB. El plugin de SEO Yoast ofrece en su web más información para optimizar imágenes.

Además, el uso de imágenes debe ser inteligente, en lugares estratégicos sin recargar la página. No olvidemos que a veces pueden lograrse efectos muy atractivos con el uso de colores y tipografías.

4. Referenciar contenido externo e interno con links

En la valoración de su calidad, Google tiene muy en cuenta que los contenidos de una web estén avalados por referencias externas confiables, mediante links lo más recientes posible, incluso si son de webs que podemos considerar competencia. También podemos citar otras páginas de nuestra web si queremos referenciar nuestros propios contenidos como fuente, especialmente en el primer párrafo de cada página.

La referencia a fuentes externas nunca debe ser mediante copia de su contenido, aunque sea entrecomillado, como haríamos en un documento escrito, ya que Google lo entiende como un plagio y nos puede penalizar no sólo ese contenido sino toda la web. En internet las referencias tienen que ser mediante un link, para que el usuario pueda visitar la fuente directamente sin necesidad de citarla.

5. Enriquecer el contenido con más que texto e imágenes

Los contenidos de nuestra web no deben consistir sólo en textos e imágenes. Para seducir a Google debemos ir más allá e incluir vídeos (mejor si son propios, pero también pueden ser externos incrustados desde Google si ilustran lo que nos interesa), presentaciones de diapositivas (como Prezi o Google Slides), audios (por ejemplo, incrustados desde una cadena de radio a la carta) y más.

Los elementos multimedia ayudan a convencer a una nueva visita de que se quede en el sitio web más fácilmente que los textos, disminuyendo la tasa de rebote (el abandono de la web sin hacer interacción alguna -ni siquiera deslizar la página hacia abajo-, muy habitual al haber tantas opciones al alcance y no encontrar al instante lo que se busca) y aumentan el tiempo de permanencia en la página por lo menos el doble. Además, generan confianza como fuente de referencia.

Como consecuencia de está mejora en la experiencia de usuario, también existen más probabilidades de que los usuarios profundicen en la página y quieran descubrir qué más tiene que ofrecer la web en otras páginas, aumentando las páginas vistas por sesión, otra métrica que, como hemos dicho, también tiene gran importancia para Google.

Otras formas de seducir a Google

Existen muchas más formas de mejorar el SEO, como elegir las palabras clave de búsqueda de forma inteligente, trabajar las redes sociales y potenciar el SEO local. En la segunda parte de este post profundizaremos sobre ellas.

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